lunes, 25 de junio de 2007

¡Presidente por un día!



Cumpliendo con mi deber de ciudadano, habiendo sido convocado como primer suplente de mesa en las elecciones porteñas del 24 de Junio de 2007, me presenté sólo para darme cuenta de que nadie más se hizo presente en mi mesa. "Bueno, usted queda como Presidente de Mesa", dijo una persona del Tribunal de Justicia.

Luego de haber abierto la urna para sacar todos los materiales a utilizar, llegó una persona que tenía la misma asignación que yo, es decir "primer suplente", y como era un error pidió a una persona del Tribunal de Justicia que se lo excusara de quedarse. La verdad, me hubiese venido muy bien la ayuda de al menos una persona...

En el transcurso mi día electoral, fui viendo algunas situaciones extrañas, y otras graciosas.

Quisiera, antes que nada, dejar una pregunta al público en general: ¿Realmente creen que por destruir las boletas del adversario, dentro del cuarto oscuro, perjudican en algo a la persona impresa en la boleta? Mi respuesta es NO. Simplemente, le hacen la vida más difícil al pobre tipo que le tocó ser autoridad de mesa.

Algunos padres orgullosos, entraron con sus hijos e hijas al cuarto oscuro, para enseñarles lo que es votar y hasta los hacían introducir el sobre en la urna. Obviamente, esta es una situación irregular, pero hay gente que argumentaba que no iba a dejar a su hijo "tan chiquito" solo afuera.

Creo haber respondido más de cien preguntas como "Disculpe, ¿la mesa 669 por dónde queda?", "Maestro, ¿la letra F?", o "Yo voté acá la vez anterior, ¿a dónde me toca hoy?"... Qué necesidad de cambiar el lugar y orden de todas las mesas en tres semanas, eh!

No faltó el que quisiera votar con un DNI previo al que figuraba en el acta. Uno de ellos fue motivo de discusión con un gendarme y una persona del Tribunal de Justicia, y finalmente fue un votó recurrido. Pero hubo otro, que se hizo el sorprendido y dijo "Pero si yo voté la última vez con este documento!" Y cuando le dije que lo charláramos con un gendarme me dijo "Bueno, no te preocupes, voy a buscar a un gendarme y vuelvo"... alguno de ustedes lo volvió a ver? Yo no.
Debo aclarar que estábamos solos en todo momento, ya que rara vez pasaba un gendarme o una persona del Tribunal de Justicia delante de nuestra mesa, como para intentar resolver alguna situación. Hasta la más común como querer ir al baño 2 minutos, cosa que no podía por ser la única autoridad de la mesa.

Unos de los fiscales de mi mesa era todo un personaje (en el buen sentido), intentando averiguar (cuando no cuestionar) el origen del apellido de cada persona que llegaba a votar, o contando anécdotas del pasado de nuestra ciudad de Buenos Aires.

Al llegar al recuento de votos, encontré una boleta para el partido de Pinky y Cerebro (muy bien hecha la boleta, por cierto). ¿Qué? ¿No sabían que se habían postulado?
Había además, varias boletas destruidas dentro de los sobres.
Otro sobre tenía un papelito que decía "no voto por nadie".

El mejor momento de ese particular día laboral extra de doce horas, fue cuando mi esposa pasó a saludarme :) (además, me trajo 2 chocolates Shot).

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